Nuestra Villa
Nuestra villa

Se asentaron los vecinos de Santa Mª de Pollos, inundado por el embalse de Entrepeñas. Su Monasterio de Sta. Mª de Valbuena, construcción cisterciense, fundada en 1143, es sede de la Fundación Las Edades del Hombre.

Este es uno de los tres pueblos de repoblación de la provincia, junto a Foncastín y La Espina, creado en 1950 debido a que el pueblo de origen, Santa María de Poyos, fue inundado por las aguas del Embalse de Entrepeñas. Lo que se hizo fue crear un nuevo poblado y dar a cada residente un trozo de huerta para que la cultivase, trabajo que hoy se sigue conservando puesto que la agricultura es su principal medio de subsistencia.

Monasterio de San BernardoEn este lugar se construyó además el Monasterio de Santa María de Valbuena. Construcción cisterciense, fundada en 1143 para repoblar el Valle del Duero con monjes de la Orden cisterciense procedentes de Berdone (Francia). Las principales estancias del monasterio son: la iglesia, de los siglos XII-XIII, con altares barrocos del siglo XVIII; la capilla de San Pedro, también llamada del Tesoro, gótica con frescos de estilo franco-góticos de la misma época, del siglo XIII; la sacristía y la sala capitular del siglo XVIII, en estilo colonial mejicano y pinturas del barroco español. Podemos encontrar dos altorrelieves de Gregorio Fernández.

Dispone de un claustro con dos cuerpos: el bajo, data del siglo XIII con capiteles con motivos vegetales y pinturas italianizantes del siglo XVI, y el alto, de estilo plateresco del siglo XVI con medallones. Otras dependencias de interés son la Sala de los Trabajos, del siglo XII con románico del palmera y columnas rechonchas y el Refectorio, con bóveda de cañón apuntada del siglo XIII. No podemos olvidar su espadaña del siglo XII. El conjunto monástico está declarado Monumento Histórico-Artístico.

El horario de visita es 10:00 a 19:00 horas durante todos los días del verano, mientras que en invierno, sólo hace falta llamar a uno de estos teléfonos, (menos los lunes que se cierra).

El pueblo, situado junto al río Duero, permite la práctica del senderismo junto a su ribera, y por eso, se ha querido facilitar esta actividad mediante la instalación de un merendero. Además, existe la posibilidad de comer en cualquiera de los restaurantes del municipio.

 

Las fiestas de este pequeño pueblo colono, se desarrollan en honor de San Bernardo el 20 de agosto, con verbenas y algún que otro campeonato de cartas.